HOJA
La Hoja
La hoja,
sin saber que está muerta,
cambia la curvatura de su periferia
y declina
con el rigor de los cristales del agua,
en el universo de cuanto nace.
En su memoria de caída,
En su memoria de caída,
su orfandad precipita el derrumbe de su calavera;
se torna cieno
y sume el néctar de su proceso
en el poro subterráneo
de alguna raíz maternal.
Y en su largo viaje
Y en su largo viaje
de muerta hecha gota,
sin darse cuenta
de su trágica progresión,
vuelve a la copa de la rama,
en un gesto de insurrección infatigable,
se multiplica
y repite su hazaña mortal.
Elías Letelier